Mujeres en la Música

Entrevista a Mariví Blasco

Por Mujeres en la Música – 03/2022

La soprano valenciana Mariví Blasco es una artista con una amplia formación académica. Licenciada en psicología por la universidad de Valencia, cursa estudios de oboe, piano y canto en el conservatorio de su ciudad natal. Recibe clases magistrales de Victoria de los Ángeles, Marta Almajano, Ma Ángeles Peters, Ana Luisa Chova, Robert Expert, Jose na Arregui e Isabelle Poulenard, Anatoli Goussev y Daniel Muñoz. Ha trabajado con grupos y artistas de la talla de Europa Galante (Fabio Biondi), L’ arpeggiata (Christina Pluhar), B’ Rock (Frank Agsteribbe), La Fenice (Jean Tubèry), Ensemble ELYMA (Gabriel Garrido), R.C.O.C. (Juan Bautista Otero), Capella de Ministrers, Banda Municipal de Sevilla, Orquesta de Valencia, Orquesta Camerata XXl, La Correnta (Juan Carlos Rivera), Ensemble Pian&Forte, Hippocampus, Forma Antiqva, Orquesta Barroca de Sevilla, Speculum, Capella de Ministers, Vespres d ́Arnadi y Accademia del piacere, de la que es fundadora.

Por tu currículum vemos que eres una persona con una amplia y heterogénea formación. ¿Qué es lo que te decidió a orientar tu carrera profesional hacia la música y más concretamente hacia el canto?

Desde que tengo uso de razón si es que eso se adquiere alguna vez, he sabido que cantar era lo que más placer me daba del mundo. Cantaba a los cuatro años las canciones de Heidi mientras jugaba y mi padre, que es músico enseguida se dio cuenta de que tenía buen oído y gusto musical. He tenido vocación de cantante desde siempre. Estudié psicología porque también me apasiona el alma humana y el comportamiento, aunque siempre supe que quería ser cantante. Cantaba con mi padre canciones de Serrat, de Ana Belén, de Quilapayún, Inti-Illimani y Atahualpa Yupanqui, todo el repertorio favorito de mi padre que él había sacado de oído con la guitarra. Así pasé gran parte de mi infancia.

Te has formado con muchas de las grandes voces del panorama nacional e internacional: Victoria de los Ángeles, Marta Almajano, Ma Ángeles Peters, Ana Luisa Chova, Robert Expert, Jose na Arregui e Isabelle Poulenard, Anatoli Goussev y Daniel Muñoz. ¿Puedes contarnos algo sobre tu experiencia con estas personas y si alguna de ellas ha marcado especialmente tu técnica o tu manera de ver la música?

Todas me han enseñado algo, todas. Pero ninguna me ha enseñado todo: eso lo he ido construyendo yo. De todos ellos destacaría a Daniel Muñoz, con quien por fin aprendí a manejar el diafragma y tener el aire y el apoyo bajo control. Recuerdo la clase con Victoria de los Ángeles, en la escuela superior de canto, se reía todo el tiempo, y le quitaba mucha importancia a la técnica, transmitiendo la ligereza y la alegría con las que ella cantaba.

Has centrado tu carrera en el periodo antiguo y barroco aunque has hecho alguna incursión en la música contemporánea o el repertorio clásico. ¿Qué opinas sobre la especialización concreta en un repertorio? ¿Hayuna voz para cada estilo? ¿Es contraproducente abordar repertorios que no se acoplen a las características físicas de tu instrumento?

Sólo puedo hablar de mi propia experiencia, y en mi caso, la especialización me ha llevado a comprender cómo era la música en esas épocas, Renacimiento y Barroco, saber cómo se hacía, qué conocimiento se tenía del instrumento vocal, cómo se utilizaba, saber cómo es una melodía y por qué el autor la escribe así y no de otra manera. Igual sueno un poco mística, pero con los facsímiles de la época (copia de la primera impresión) veo quien hay detrás de la partitura y por qué la ha escrito así. Sí, las voces son todas únicas y cada una se adapta más a un estilo que a otro, aunque algunas voces son aptas para diversos repertorios, teniendo en cuenta que la técnica y el manejo del aire es el mismo en todos ellos.

Y por último, por supuesto que es contraproducente ir en contra de la naturaleza de tu voz. El buen maestro sabe guiar dejando que sea la propia voz la que vaya desarrollándose y brillando en la búsqueda del sonido más dulce, natural y placentero.

La Academia del piacere ha sido uno de los proyectos a lo que has dedicado una parte muy importante de tu carrera. Cuéntanos un poco cómo fueron esos principios en Milán cuando cofundaste La Accademia del piacere con el violagambista Fahmi Alqhai y tu experiencia en el grupo.

Éramos muy jóvenes, con mucho amor por la música y por tocar en todas partes y todos los repertorios, español, italiano, alemán… estudiábamos todo lo que caía en nuestra manos con un ahínco maravilloso. Con Fahmi Alqhai y Javier Núñez hice mi primer concierto como solista, con música de la familia Bach, después de haber recorrido las bibliotecas de Milán y Bolonia, estudiado facsímiles, leído sobre cada uno de los hijos músicos de Bach… Esa pasión nos hizo crecer a todos y desarrollar nuestras carreras como lo hemos hecho.

Internacionalmente has trabajado con grupos de la talla de Europa Galante, L’arpeggiata, La Fenice o el Ensemble ELYMA. ¿Encuentras diferencias entre la manera de trabajar en España en relación con el resto de Europa?

No, eso me sorprendió mucho, tenía tantas expectativas cuando audicioné con todos estos grupos y cuando al fin canté con ellos, al terminar los conciertos pensaba, es un grupo más, de alto nivel, sí, como los muchos que hay en España. Accademia del piacere, Forma Antiqva o Capella de Ministrers.

En tu currículum consta que has hecho un Cabaret Barroco, cuéntanos de qué va eso…

Sí, es uno de mis últimos proyectos y con el que aún sigo trabajando: “Oro y plata de Ramón” Se trata de una genialidad de Antonio Castillo Algarra, que tomando como personaje central a Ramón Gómez de la Serna, aborda la música barroca y el jazz, ambos estilos adorados por Ramón. Es teatro, baile, música y en una hora se recorre prácticamente la historia de la música, desde el epita o de Seikilos hasta los estándares de jazz pasando por el pasacalle de las Leandras: Por la calle de Alcalá…

Nuestra asociación ha publicado junto a la asociación Clásicas y Modernas un estudio sobre las orquestas sinfónicas españolas. Los datos obtenidos son demoledores. 1% de compositoras programadas evidencian el machismo imperante en los ámbitos de la programación de las sinfónicas. Imagino que en el sector de la música antigua y barroca la cosa no debe ser mucho mejor. ¿Puedes contarnos algo al respecto?

Con respecto a las autoras de la Música Antigua, me gusta pensar que detrás de muchos anónimos hay una mujer escondida en su casa, con un talento desbordante que no puede mantener silenciado. Ya en el Renacimiento, Maddalena Casulana, italiana y no anónima, que conoció a Isabel de Médicis y a la que dirige la siguiente cita en su primer libro de madrigales y dice así:

«Deseo mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que sólo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres» de aquí se trasciende el pensamiento imperante de la época.

En el Barroco, si tenemos en cuenta que en 1686 el Papa Inocencio XI dijo: «La música es totalmente dañina para la modestia que corresponde al sexo femenino, porque las mujeres se distraen de las funciones y las ocupaciones que les corresponden… Ninguna mujer… con ningún pretexto debe aprender música (ni)… tocar ningún tipo de instrumento musical» se puede entender que la música esté llena de anónimas. Este Edicto fue renovado en 1703 por el Papa Clemente XI.

Y de aquellos barros estos lodos, creo sinceramente por mi experiencia como mujer en el mundo musical que seguimos arrastrando esa losa, que hay un convencimiento general de que nuestra sabiduría musical es diferente y que nuestras opiniones y criterios tienen menos peso. Afortunadamente esto está cambiando, pero mucho más lentamente de lo que a mí me gustaría. También veo muchos más hombres mayores en los escenarios que mujeres de esa misma edad. Si esto está mejorando… no lo sé, desde luego aquí voy a estar observándolo desde la primera fila.

¿Cuáles son tus proyectos futuros?

Actualmente estoy trabajando a duo con Robert Cases, laudista valenciano, abordando el repertorio español e italiano del XVll, con la maestría que me han dado los años que he dedicado a estudiar este repertorio, sacándole aún más jugo y mostrando al público que la música antigua es actual, que habla de los sentimientos que vivimos hoy, de las pasiones, de la pulsiones humanas atemporales: amor, desamor, ira, celos, anhelos y sueños.

¿Cómo te ha afectado la pandemia a tu actividad?

Se paró todo y los conciertos también. Y han tardado en volver. Personalmente, me dediqué a estudiar, primero partituras, luego historia de la música y acabé estudiando temario de oposición de secundaria por música, para darme cuenta de que como me dice mi amigo Eduardo Torrico, redactor jefe de Scherzo, la cabra tira al monte, y aquí estoy estudiando el programa del próximo concierto en Madrid, con Armonica Stanza, que aunque tengamos nombre italiano haremos música española el 29 de abril en el Teatro Fernando Fernán Gómez.

Más información sobre Mariví Blasco: www.instagram.com/mariviblasco